Hay distintas maneras de preparar un buen mate. Unos lo prefieren con azúcar, otros amargo y hay quienes le agregan hojitas, cáscaras de cítricos o raíces de plantas medicinales. Lo sustancial es tomar mate, que de por sí es agradable y beneficioso.
Para preparar está infusión se colocan hojas secas y trituradas de yerba mate dentro de un recipiente llamado mate (que puede ser el tradicional hecho de calabaza curada, o un jarrito de loza, madera, metal o vidrio) y se agrega agua caliente (a esto se le llama cebar el mate). La infusión se succiona a través de una cañita metálica llamada bombilla, que tiene un filtro desmontable en la parte inferior que se introduce en el recipiente, con pequeños agujeros para impedir que las hojas trituradas lleguen a la boca.
Elaboración:
- Llenar el mate con yerba hasta aproximadamente ¾ de su capacidad.
- Colocar la mano o un pedazo de papel en la boca del mate y agitarlo suavemente boca abajo. Esto se hace para que las partículas más pequeñas de la yerba queden en la parte superior para que no bloqueen los pequeños orificios de la bombilla.
- Volver cuidadosamente el mate a su posición normal.
- Verter un poco de agua caliente cerca del borde.
- Dejar reposar unos segundos.
- Una vez que se haya absorbido esa agua, terminar de llenar con agua caliente, evitando el exceso de agua.
- Cuando el agua no se absorba más, tapar la boca del mate con el dedo pulgar y hundir la bombilla firmemente en el mate.
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