La ceremonia del té matcha es el ritual de preparar el té con un proceso minucioso, en un entorno tranquilo y en conexión con la naturaleza, influenciado por el budismo zen. Es muy valorado en Japón por su esencia meditativa y su valor espiritual. Es una de las más bellas expresiones de su cultura.
Antes de servirlo se pasa el matcha por un colador muy fino para eliminar los grumos, ayudándose con una espátula de madera. En la ceremonia japonesa del té, el matcha colado se deposita primero en un recipiente llamado ”chaki”. Con una cucharilla especial de bambú llamada “chashaku” se pone una cucharada de té en el bowl del matcha y se añaden 200 ml de agua caliente (80 ºC). Se agita la mezcla rápidamente durante 30 segundos con la brocha de bambú llamada “chasen”, hasta lograr una consistencia cremosa con espuma en la superficie. Se deja infusionar durante 30 segundos y tendremos el matcha listo para degustar. Este té no necesita azúcar ni edulcorante para tener un sabor agradable y nada amargo.
Se puede tomar caliente o frío y además combina muy bien con leche, el conocido matcha latte. También se puede consumir en otras preparaciones, como en batidos y helados.
Su popularidad es tan elevada que se emplea en infinidad de recetas en gastronomía. Los restaurantes lo utilizan para elaborar sus postres y para acompañar alimentos salados como el marisco, el pescado y la verdura. En repostería lo podemos degustar en bizcochos, pasteles, tartas y galletas.
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